VII Velada Trovera de Milana , plena de homenajes

Cardoso II recoge la placa de reconocimiento al Patiñero de manos de Miguel Ángel Blaya y Pedro Vera.

(Foto: La Actualidad de Águilas)

La Asociación “MILANA BONITA. Paco Rabal en el recuerdo” inauguró con exito el pasado viernes 3 de Julio la programación de actos de este verano con la VII Velada Trovera en homenaje a Paco Rabal, que este año, además, rindió también reconocimiento a tres troveros recientemente fallecidos: Andrés Rabal, Manolo Cárceles “Patiñero” y Miguel “Candiota”.

La fiesta trovera, que llenó el aforo de la Plaza de Antonio Cortijos, fue conducida magistralmente, como cada año, por el maestro y poeta aguileño, Pedro Vera. Y dio comienzo con la actuación de miembros de la Asociación “Miguel Candiota”, que acercaron sus guitarras, violines y talento desde las Alpujarras almerienses hasta nuestra ciudad para sumarse al homenaje al trovero que nos dejó recientemente. El magnífico elenco de troveros se completó con los andaluces Francisco Mejías y José Sevilla, José “El Ganaero”, de La Hoya de Lorca y el aguileño Salvador Clemente, “El Marinas” .Tampoco faltaron a la cita Cardoso I y II, padre e hijo, que dejaron patente que al arte del trovo le queda mucho futuro.

La primera parte de la velada estuvo dedicada al recuerdo de los troveros fallecidos, proyectándose un audiovisual con unas bien elegidas imágenes de pasadas actuaciones de los homenajeados, que preparó con su maestría habitual el directivo Roberto Rodríguez. Miguel Ángel Blaya, presidente de Milana Bonita, entregó en nombre de la asociación una placa de reconocimiento que recogieron emocionados el hijo de Andrés Rabal, la hija de Miguel “Candiota” y Cardoso II, en representación de los familiares del “Patiñero". El joven trovero, de 16 años, estrechó orgulloso la placa y recordó los consejos de su maestro “para que el trovo no muera”, como cantó en una de sus espléndidas quintillas. Igualmente, Cardoso I, presidente de la recién creada Asociación “Manuel Cárceles el Patiñero”, entregó a Miguel Ángel Blaya, un libro autobiográfico del genial trovero.

Finalmente, la controversia trovera se convirtió en protagonista de la noche aguileña y el público disfrutó de la calidad de las quintillas y décimas que dejaron patente, sobre el sobrio escenario de la Plaza de Antonio Cortijos,que el mundo del trovo sigue vivico y coleando. Y el recuerdo de nuestro Paco Rabal, también.