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RABALIANO.
1. adj. Perteneciente o socio de la asociación que recuerda la memoria de Paco.
2. Dicese de aquel que es premiado por su relación artistica y humana con Paco.
3. Dícese tambien de aquel que sigue con pasión, la vida y obra de nuestro Paco.
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viernes, 18 de mayo de 2012

"Centro de Interpretación F.Rabal: Solicitud y exposición justificativa"

En cumplimiento del mandato de la Asamblea General Anual de Socios, celebrada el 10 de marzo de 2012, en el sentido de promover la creación de un Centro de Interpretación dedicado a la vida y polifacética obra de Francisco Rabal, así como de hacer llegar nuestra postura y solicitud a las distintas autoridades y Administraciones pertinentes - Ayuntamiento de Águilas, Consejería de Cultura de la Región de Murcia y Ministerio de Educación, Cultura y Deportes -, desde la Asociación MILANA BONITA. Paco Rabal en el recuerdo, solicitamos la incoación del necesario expediente, al tiempo que aportamos la justificación de nuestro planteamiento, plasmada más sucintamente en un artículo de opinión publicado el día 21 de marzo de 2012 en las páginas de Cultura del diario “La Opinión de Murcia”.  
  La Asociación Milana Bonita, cuyo único objetivo es mantener vivo el recuerdo de y a Francisco Rabal, se reafirma en el convencimiento de que en su figura –persona, actor total, como lo calificó Tamayo, intérprete versátil donde los haya, rapsoda,...-  convergen todos los elementos que lo hacen acreedor a un centro de interpretación. La definición de estas instalaciones culturales, sus destinatarios, metodología y objetivos (1), conforman el marco auténtico para mostrar temáticamente la vida y obra de este insólito e irrepetible personaje.
    Así se lo expusimos a las formaciones políticas –PSOE y MASd- que durante la campaña electoral municipal de 2011 se interesaron por nuestra actividad y aspiraciones. Los socialistas, incluso, lo incluyeron en su programa electoral y, ante el incierto destino del legado de nuestro  
actor, decidieron llevar el tema al pleno municipal del pasado mes de febrero con la solicitud de que se intente conseguir para Águilas el destino final de ese legado. Y vieron aprobada la moción aún cediendo al cambio de la denominación propuesta por la de museo.
      A este respecto exponemos nuestro desacuerdo en tanto que un museo ha de acoger en sus instalaciones piezas originales, y no es el caso; no hay volumen suficiente de material para que a esa instalación cultural se le denomine museo. También sería una publicidad engañosa.
   En la Asociación Milana Bonita, y ahora con la fuerza del refrendo de la asamblea general de socios, seguimos fieles a nuestra idea y propuesta iniciales y en disentimiento con las posturas esgrimidas por quienes conciben los centros de interpretación sólo y únicamente con perfiles y contenidos temáticos de ámbito general,  y no para englobar la vida y obra de un personaje.
   No pretendemos descubrir nada nuevo porque ya existen, entre otros, los dedicados a Ramón y Cajal en Ayerbe (2), a Armando Palacio Valdés en Entralgo-Laviana (3), o a Miguel Servet en Villanueva de Sigena (4) ; en Jerez de los Caballeros también presumen de tener un centro de interpretación dedicado a Vasco Núñez de Balboa (5), descubridor del Pacífico; y orgullosos están en Badajoz con su Centro de Interpretación Francisco de Zurbarán  (6). En Sos existe, también, un Centro de Interpretación dedicado a Fernando II de Aragón, el Rey Católico, que “intenta ofrecer una visión global del personaje, buscando las claves que hagan posible tomar los hechos históricos y comprenderlos en su verdadera dimensión” (7). Y qué decir de la iniciativa de Calanda con su hijo más ilustre y que bajo la denominación de CBC –Centro Buñuel de Calanda-,
funciona con los mismos patrones que los ya relacionados; sobre esta instalación cultural buñueliana puede leerse, por ejemplo, en los Cuadernos de Cazarabet (21 de junio de 2007) que es un centro de interpretación gratamente sorprendente, como Buñuel y sus creaciones”.

Todos ellos, que desmontan la teoría de que los centros de interpretación no están concebidos para personas, nos inspiraron, y sobre sus patrones hemos plasmado la realidad que nos ofrece la figura de Francisco Rabal, su obra, su mundo...
    Estos centros de interpretación reúnen singularidades que no encajan en otro tipo de escaparate; y tienen como objetivo o finalidad, además de mostrar y exponer su contenido abiertamente, facilitar un aprendizaje inventivo con la finalidad de que el visitante capte todos los aspectos interrelacionadamente; para eso están las herramientas didácticas que aportan las nuevas tecnologías y los programas multimedia.
   Interpretar significa ofrecer todos los aspectos de algo o de alguien para que el visitante se informe motivándose para saber más sobre lo interpretado; y esto sólo se logra ofreciendo todo el contenido de manera sucinta y seductora. No en vano, los eruditos en la materia –la red es inmensa y está al alcance de todos- defienden que los centros de interpretación son “uno de los recursos de referencia para la trasmisión de la cultura” y tienen como objetivo crear en quienes acuden a ellos una sensibilidad, conciencia, entusiasmo y compromiso hacia lo interpretado.
   En este caso, el universo rabaliano, en el que se interpretarían los orígenes y la progresión  personal y profesional del actor, entendido todo de forma y manera contextualizadas; presentando a un personaje y su obra a través de una técnica metodológica capaz de difundir algo con la dialéctica más apropiada y  el objetivo de lograr su comprensión  por parte de cualquier tipo de público, desde natural visitante curioso hasta el más avezado investigador.

  De Francisco Rabal no puede decirse sólo que fuera un gran actor. Ni siquiera que fue el más internacional entre los astros españoles del séptimo arte pese a haber vivido en una época muy alejada de la actual explosión mediática. Sobre Rabal puede asegurarse, sin temor alguno al equívoco, que supuso la más clara y flagrante muestra de versatilidad, habiendo dado vida a docenas de personajes, distintos y distantes, que por su variedad y heterogeneidad  impiden enmarcarlo en un perfil concreto, recurrente y encasillado en un género único.
   El Centro de Interpretación Francisco Rabal, dedicado a lo que ha supuesto y supone su vida, obra y otros aspectos no menos interesantes, sería un núcleo referencial destinado a ejercer una función globalizadora de todos los aspectos, mostrándolos explicativamente tanto a personas con un interés concreto en el actor en particular y en el cine, el teatro o la televisión en general, como a quienes quieran entrar y conocer de otra manera al personaje enmarcado en su labor profesional incardinada en el entorno de su procedencia, de su cuna de nacimiento marcada por  características rurales y mineras.
   Hay material suficiente –y si se logra que su legado se quede entre nosotros, más todavía- para instalar todo lo que un centro de interpretación precisa para serlo:

- Una o más exposiciones permanentes con los premios y trofeos que, junto a varios cuadros de pintores reconocidos, ya regaló en vida para disfrute de su pueblo y de sus gentes,  así como fotografías, fotogramas, carteles de sus películas, manuscritos, cartas, versos y trovos escritos por él y dedicados a él, el sonido de obras de teatro divulgadas por la radio, etc. Y todo ello, como se apuntaba anteriormente, mostrado –material o digitalizadamente, o en ambos formatos- de manera didáctica y para el disfrute de todas las sensibilidades.
    - Una mediateca que facilite la consulta, a través de las tecnologías multimedia, de fondos documentales de todo tipo, desde sus interpretaciones hasta los cortos realizados por él, interesantes intervenciones suyas al margen del aspecto laboral…
- Un espacio para exposiciones temporales que, no ceñido al séptimo arte y abriéndose a la creación  plástica en general, podría ser la sala de exposiciones que Águilas no tiene y necesita.
   Sobre el Centro de Interpretación Ramón y Cajal se lee, en folletos y en la red, que permite impulsar una gran obra abierta, dinámica, generadora de ideas y proyectos alrededor de la figura de….”. Pongámosle a esta descripción el nombre de Francisco Rabal. De cine.
   No se obvie la función divulgativa de este tipo de instalaciones. En todos ellos existen unos puntos de recepción que informan, también, sobre la población, sus aspectos de interés y su entorno en general, actuando como focos tremendamente atractivos para el turismo cultural.
   En cuanto a su ubicación, estos centros suelen estar instalados en rehabilitados palacetes, vetustas casas señoriales y algún histórico edificio declarado BIC. En Águilas no existe nada de esto y ahí, en el continente, estribaría uno de los inconvenientes para la consecución de la infraestructura necesaria. Desconocemos si aún  se estaría a tiempo -aprovechando que todavía no han concluido las obras para su remodelación y por ser el lugar ideal- de recomponer y reorganizar la distribución interior de la Casa de la Cultura que lleva el nombre del actor. Tal vez no aparezca otro lugar y ocasión tan idóneos.
   En cualquier caso, y dado que no se trata de construir, o reconstruir, un gran edificio, costosísimo y de desorbitada estructura, no consideramos inviable la acometida del proyecto.

  Para acertar en el continente y en el contenido de una infraestructura de estas características, la creación del Centro de Interpretación Francisco Rabal  -necesario tanto por lo que supone el actor y su obra, como para  Águilas-  también es imprescindible, e ineludible, el concurso de muchísima voluntad y no menos sensibilidad. Eso es lo que pedimos a las administraciones, instituciones y autoridades que se den por aludidas en el sentido de estar éticamente obligadas a hacer algo para que un personaje de este calibre no caiga en el olvido, desaprovechándose todo lo que de él y su obra puede emanar en beneficio de la cultura y el conocimiento.
   Llegado el momento y considerado útil nuestro apoyo, la colaboración de Milana Bonita está sobre la mesa. 
                                                                                                                                                                   Atentamente
 ASOCIACIÓN    MILANA BONITA  Paco Rabal en el recuerdo                                                                                                

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